Personas e instituciones distinguidas por el Ayuntamiento
Médico jubilado, desempeñó su profesión durante más de dos décadas en el Centro de Salud de Santomera. Durante todo ese tiempo, se ganó el cariño generalizado del pueblo por su trato cercano y su visión humanista de la medicina; también, por su implicación en la vida cultural y deportiva del municipio. Tras su jubilación, en 2008, el Pleno le nombró por unanimidad Hijo Adoptivo de Santomera.
BIOGRAFÍA
Joaquín Carrillo Espinosa nació en Ulea (Murcia) el 20 de abril de 1938. Hijo de padres modestos, que regentaban un almacén de muebles, y el mayor de siete hermanos, estudió Bachillerato como alumno libre en el colegio Padre Andrés Manjón de Archena –sus exámenes los realizaba en el instituto Alfonso X el Sabio de la capital murciana–, responsabilidades que compaginaba con labores del campo que ayudaban a su familia a salir adelante.
Tras acabar Preuniversitario y Selectivo común de Ciencias en la Universidad de Murcia, se marchó a Granada para cursar la carrera de Medicina. Alterna los estudios con el trabajo de camarero en un comedor universitario. Durante el curso 1960-1961 aprueba las oposiciones de alumno interno de la sección de clínicas. Se adscribe a la Cátedra de Obstetricia y Ginecología los cursos 1960-61 y 1961-62 y, ya en el siguiente, se incorpora como interno por oposición a la Cátedra de Dermatología. Se licenció en Medicina y Cirugía por la Facultad de Medicina de Granada en 1963 y, también por oposición, pasó a ocupar la plaza de adjunto en la Cátedra de Obstetricia y Ginecología. Posteriormente, en 1965, se diplomó en Sanidad del Estado.
En 1963, obtuvo plaza de médico titular de asistencia pública y domiciliaria (APD), cargo que desempeñó primero en la localidad sevillana de Algámitas y después en las granadinas de Aldeire, Alicún de Ortega y Dehesas de Guadix y la alicantina de Sax. En 1987 ingresó como médico titular en el Centro de Salud de Santomera, por entonces ubicado en la calle Fernando Giner, a las espaldas del templo parroquial. Un año después, en noviembre de 1988, sería uno de los protagonistas de la inauguración del nuevo edificio de la calle de la Gloria –el mismo que, modificaciones y ampliaciones al margen, sigue presentado servicio hoy–, donde permaneció trabajando hasta el momento de su jubilación, el 20 de abril de 2008, a los 70 años de edad. Joaquín Carrillo ejerció durante más de veinte años como médico de familia en Santomera. Durante todo ese tiempo, veló por la salud de centenares de vecinos y vecinas desde una perspectiva netamente humanista y fue, además, el forense y jefe local de sanidad.
Esa visión humanista de la profesión la trasladó también a su faceta literaria, que acumula una profusa obra. Ha sido y es animador cultural y sanitario en medios de comunicación de prensa, radio y televisión regional, además de conferenciante en foros universitarios, institutos, colegios de enseñanza e instituciones oficiales, y de colaborador de artículos científicos en revistas médicas. No obstante, fue redactor jefe de la revista del Colegio Oficial de Médicos, ‘Asklepiades’, desde su fundación en 1990 hasta 1996 –en cuyo consejo de redacción estuvo integrado hasta el año 2004–, socio fundador de la Academia de Médicos Escritores y Artistas de la Región de Murcia y presidente de la misma entre 1992 y 2000.
En 1979 publicó ‘Relato de un viaje a Perú’, su primer libro de narrativa, género por el que siente verdadera predilección. Posteriormente llegarían otros muchos: ‘Historia de unas vacaciones’ (1980), ‘Historia de una ilusión’ (1985), ‘El sueño de un fin de semana’ (1988), ‘Sencillamente una mujer’ (1988), ‘Réquiem por un amigo’, ‘Un beso sublime’ y ‘Sinfonía inacabada’ (1989, una epopeya rural de la que se han publicado seis ediciones). Uno de sus sueños literarios ve la luz en 1994, con la trilogía titulada ‘Historias de un médico rural’: su primera parte, ‘El aprendizaje’, ha alcanzado ya su quinta edición; la segunda, ‘Nuevos horizontes’ (1995), y la tercera, ‘Coraje’ (1997), la cuarta. Tras un paréntesis de dos años, en 1999 aparece ‘Luz en el crepúsculo’, de la que se han publicado seis ediciones.
Joaquín Carrillo fue vocal del Ilustre Colegio Oficial de Médicos de Murcia, en representación de los médicos rurales, desde 1992 hasta el año 2000. En mayo de 1994 se convirtió en el primer facultativo no especialista en ser nombrado académico correspondiente de la Real Academia de Medicina y Cirugía de la Región de Murcia; su discurso de investidura, titulado ‘El médico y la literatura’, glosaba, como la mayoría de sus escritos, sobre la faceta humanística de la que se hizo acreedor. En 1995 se convirtió también en miembro de número de la Asociación Nacional de Médicos Escritores.
En septiembre de 2004 fue propuesto para desempeñar el cargo de Cronista Oficial de Ulea y nombrado por unanimidad por el Pleno del Ayuntamiento. El 18 de diciembre de ese mismo año efectuó el discurso de investidura en la Casa de la Cultura de Ulea, desempeñando desde entonces ese cargo con enorme ilusión e importantes frutos, entre los que destacan los libros: ‘Ulea: Historia antigua’ (2011), ‘Historia del fútbol en Ulea’ (2014) e ‘Historia de la agricultura en Ulea a través de los tiempos’ (2018), así como los todavía no editados ‘Historia Antigua de Ulea’ (segunda parte), ‘Historia de Ulea en el siglo XX (partes una y dos) e ‘Historiografía de las calles de Ulea’. Posteriormente, en septiembre de 2019, le fue impuesta la distinción de Hijo Predilecto de Ulea.
Con motivo de su jubilación como médico, y en agradecimiento a su trabajo durante más de dos décadas en este municipio, el Ayuntamiento de Santomera propuso su nombramiento como Hijo Adoptivo, el tercero de la localidad tras Manuel García Peña y Juan Fernández Marín. Recibió dicha distinción el 12 de septiembre de 2008; según manifestó el entonces alcalde, José María Sánchez Artés, con esa distinción «queremos reconocer los méritos de Joaquín a favor de los intereses materiales y espirituales de nuestro pueblo, toda su trayectoria profesional, cultural y personal; siempre que se le ha requerido para cualquier acontecimiento, ha estado dispuesto». En este sentido, caben destacar su especial implicación con el entramado asociativo del municipio, que comprende desde su colaboración como médico con la Junta Local de la Asociación Española contra el Cáncer y otros colectivos, hasta su vinculación con entidades deportivas como el Club de Fútbol Santomera o el Club de Tenis Santomera.
Carrillo, por su parte, confesó durante el discurso de toma de posesión como Hijo Adoptivo que «le debo mi energía a la población de Santomera, con la que estaré en deuda permanente». A esta frase sumó otras muchas de agradecimiento y elogio a su pueblo adoptivo: habló de una «satisfacción enorme» o de que «una vez huérfano, me ha salido una madre, Santomera, a la que he de honrar y agradecer todo lo que ha hecho por mí» (puedes consultar lo publicado entonces por la revista ‘La Calle’ haciendo clic aquí, páginas 8 a 11).
LOS DATOS CLAVE
► Nació en Ulea el 20 de abril de 1938, siendo el mayor de los siete hijos de un modesto matrimonio que regentaba un almacén de muebles.
► Se licenció en Medicina y Cirugía por la Universidad de Granada en 1963. Ese mismo año obtuvo plaza de médico de asistencia pública y domiciliaria, cargo que desempeñó en distintos destinos de Andalucía y Alicante, hasta su llegada a Santomera.
► Desde 1987 hasta su jubilación, en 2008, fue médico titular en el Centro de Salud de Santomera, además de forense y jefe local de sanidad. A lo largo de todo ese tiempo, se granjeó el cariño de sus pacientes por su perspectiva humanista de la profesión.
► Convertido en un santomerano más, ha destacado igualmente por su estrecha vinculación con distintas asociaciones y clubes deportivos, con los que siempre ha colaborado de muy distintas maneras, siempre de forma desinteresada.
► Aficionado a la narrativa, es autor de trece novelas y fue redactor jefe de la revista del Colegio Oficial de Médicos y socio fundador y presidente de la Academia de Médicos Escritores y Artistas de la Región de Murcia.
► En 2004 fue nombrado Cronista Oficial de Ulea y, quince años después, Hijo Predilecto de la misma localidad.
► El Ayuntamiento le distinguió como Hijo Adoptivo de Santomera en septiembre de 2008 por sus méritos «a favor de los intereses materiales y espirituales de nuestro pueblo» y por «toda su trayectoria profesional, cultural y personal».