Egaleco y la Concejalía de Cultura muestran mediante visitas teatralizadas momentos y lugares reseñables de la historia municipal
Colaboran en la actividad voluntarios, Mar Teatro y la compañía Mutis por el Foro, integrada por personas con diversidad funcional
Esta mañana han comenzado las visitas teatralizadas organizadas por Egaleco y la Concejalía de Cultura, que continuarán hasta este sábado, 20 de enero. Cuatro grupos de escolares de los centros Ramón Gaya, Madre Esperanza, Campoazahar y Majal Blanco han desfilado ya por las cinco estaciones preparadas, que permiten al visitante viajar en el tiempo y situarse en algunos de los rincones y momentos más señalados de la historia de nuestro municipio. Otros cuatro grupos participarán mañana en las rutas concertadas con los colegios, mientras que el sábado por la mañana, a partir de las 11 horas, se celebrarán otros tantos pases abiertos al público en general –daos prisa si queréis acudir y reservad ya vuestra plaza llamando a Casa Grande (968 862 140), porque dos de ellos ya están completos–. En total, casi 350 personas completarán un recorrido que, por su originalidad y valor didáctico, tiene todos los visos de repetirse en el futuro.
Las visitas arrancan junto al parque Manolo del Jardín, donde se presentan los cuatro personajes que actuarán como guías de excepción. Se trata de María ‘del Antoñico el García’, una vecina afectada por la ramblá de 1947 que, consternada aún por lo que acababa de suceder aquel domingo 28 de septiembre, busca desesperadamente a su marido, temiéndose que haya él podido ser arrastrado por el impetuoso torrente de Rambla Salada; Micaela ‘del Alarcón’ y Carmencica ‘de las Peras’, otras dos huertanas santomeranas que se despiden del pueblo antes de emigrar a Sabadell, en busca de una vida mejor; y el ilustrador, periodista y novelista francés Albert Robida –este sí, personaje que existió en realidad–, quien se quedó prendado de nuestra tierra durante uno de sus viajes, a finales del siglo XIX. Junto a ellos, los grupos van atravesando las distintas estaciones.
En la primera de ellas, un joven Julián Andúgar, acompañado de dos amigos, recita poemas bajo el ficus centenario de la Casa del Jardín. En la segunda, a las puertas de la almazara de los Murcias, excepcionalmente abierta para la ocasión –oportunidad única de poder contemplar los tesoros que allí se albergan–, tres huertanas muestran sus bellos atuendos y representan escenas costumbristas de los oficios del campo en medio de un improvisado secadero de pimientos. En la tercera, a las puertas de la Casa Consistorial, se recuerda el reparto de tierras entre los caballeros castellanos y sobre todo aragoneses que colaboraron en la reconquista del Reino de Murcia, momento en el que aparece por primera vez escrito el nombre de Santomera (año 1272). En la cuarta, en uno de los salones del Círculo Cultural Agrícola, miembros de la Comisión Pro-Ayuntamiento, que acostumbraban a reunirse allí, opinan que ya se dan las condiciones para conseguir la independencia municipal y deciden cómo repartirse las zonas del pueblo de cara a la futura recogida de firmas que apoyará el expediente de segregación. Por último, en Casa Grande y en plena Posguerra, se interpreta el reparto de cartillas de racionamiento, paso previo para conseguir uno de los deliciosos vasos de chocolate elaborados por Lola ‘del Arenero’. Justo antes de abandonar el palacete, se le ofrece un último regalo al visitante: un eje cronológico del municipio, desde la Prehistoria hasta la consecución del Ayuntamiento en 1978, para que niñas y niños, apoyados por sus padres, puedan seguir profundizando en sus propias raíces.
Más de veinte personas están implicadas como guías, actores y actrices. Entre ellos, integrantes de Mar Teatro, otros voluntarios y voluntarias y miembros de Mutis por el Foro, compañía teatral de CEOM compuesta por personas con diversidad funcional. En resumen, una actividad integradora e ideal para completar en familia que nos enseña algunos momentos trascendentales de la historia de Santomera. ¡Para no perdérsela!