Personas e instituciones distinguidas por el Ayuntamiento
Durante sus más de treinta años como entrenador de fútbol, Vicente Carlos Campillo Candel dirigió a una veintena de equipos desde la regional preferente hasta la primera división, desde el CF Santomera hasta el Real Murcia, pasando por Córdoba, Hércules, Extremadura, Écija o FC Cartagena. Sus mayores alegrías le llegaron al frente del club pimentonero, con el que logró dos históricos ascensos: a primera, en la temporada 1985/86, siendo además campeón de la liga regular, y a segunda A, en la campaña 1992/93. Aún hoy es el único entrenador vivo que ha logrado dos ascensos con el Real Murcia.
BIOGRAFÍA
Del campo del Nano al Santiago Bernabeú. O al Vicente Calderón. Desde el viejo campo de tierra de Santomera, su pueblo, a lo más alto, pasando por todas las categorías del fútbol español. Bien se podría resumir así la trayectoria como entrenador de fútbol de de Vicente Carlos Campillo Candel, nacido en Santomera el 4 de abril de 1951 (su DNI indica que fue el 22 del mismo mes y él mismo utiliza esta fecha como referencia en múltiples ocasiones).
No tenía el santomerano la gran aspiración de convertirse en profesional del fútbol, pero, paradojas de la vida, una grave lesión de rodilla terminó por marcar su destino. Él tenía por entonces solo 25 años y, aunque había demostrado su buen hacer como defensa y centrocampista en varios equipos [desde el Santomera infantil hasta el Real Murcia juvenil, donde estuvo tres años, antes de recalar en el Imperial, el Atlético Muleño y, de nuevo, el CF Santomera], tuvo que decirle adiós a su carrera como jugador antes de lo esperado.
Con las botas recién colgadas, cogió las riendas del conjunto juvenil del club de su pueblo, el nuestro, en la temporada 1976/77. Vicente Carlos encontró al otro lado de la banda la manera de no perder el contacto con su deporte favorito. Y pronto demostró su valía: bajo sus órdenes, los juveniles realizaron una muy buena campaña y le propusieron que al siguiente año se hiciera cargo del «equipo grande», como se decía. De la regional preferente dio el salto a tercera división gracias al Almoradí CF (1980/81) y, tras granjearse un nombre en la categoría, también en los clubes de Caravaca y Torrevieja, en 1984 llegó al Real Murcia para dirigir al equipo filial, el Imperial.
Siendo preparador del filial grana, le llegó su gran oportunidad. Transcurrido el ecuador de la temporada, el entrenador del primer equipo, el vasco Eusebio Ríos, fue cesado por los malos resultados. Faltaban siete jornadas para que terminara la temporada en la máxima categoría del fútbol nacional y el conjunto ya estaba prácticamente descendido; bajo las órdenes de Campillo, los jugadores reaccionaron y ganaron tres partidos, tantos como en las 27 jornadas previas. No fue suficiente para salvar la categoría, pero sí para que le propusieran seguir siendo el entrenador del primer equipo la siguiente temporada. Sería entonces cuando el santomerano entraría en la historia dorada del club pimentonero y cosecharía sus mejores resultados deportivos.
Aquella temporada, la 1985/86, el Real Murcia se proclamó campeón de segunda A con una superioridad notable: ya tenía asegurado el título cuando faltaban por jugarse tres partidos. Cosechó 22 victorias, ocho empates y ocho derrotas, finalizando al mismo tiempo como el conjunto más goleador y el menos goleado. El ascenso se certificó de manera matemática en Elche, el 20 de abril de 1986, dando pie a una de las jornadas más alegres que se recuerdan en nuestro municipio. Puesto que todavía no existía la autovía, el autobús pimentonero tenía que cruzar obligatoriamente Santomera a su regreso de la ciudad ilicitana. El recibimiento que este pueblo hizo a su paisano y al resto de la expedición murcianista fue apoteósico: al llegar a la altura de la plaza de la Iglesia, la aguardaban las dos bandas de música y cerca de 15.000 personas entusiasmadas. Así que el autobús tuvo que parar y sus ocupantes, especialmente Campillo, se dieron un auténtico baño de masas que incluyó una ofrenda floral a la Virgen del Rosario y una celebración en la plaza del Ayuntamiento. Después llegarían las entrevistas en los periódicos, la radio y la televisión, las fiestas…
Vicente Carlos tenía entonces 35 años recién cumplidos y acababa de escribir una página imborrable de la historia murcianista. La temporada siguiente las cosas no fueron tan bien; algo perfectamente normal para un club modesto y un equipo con tradición de ascensor, como el Real Murcia, ante el reto de medirse cada fin de semana en primera división. Vicente Carlos fue cesado en la séptima jornada; le sustituyó Ladislao Kubala. A partir de ahí, el santomerano inició un largo periplo por un sinfín de conjuntos de las categorías de plata y bronce: dos años en Córdoba, dos más en Alicante, para entrenar al Hércules y otro en Orihuela, antes de regresar a casa, al Real Murcia, en la temporada 1992/93. El santomerano logró reconducir la trayectoria del equipo, sumando 13 victorias y 2 empates en los 18 partidos que disputó bajo sus órdenes, y el club pimentonero alcanzó un nuevo ascenso, en esta ocasión a segunda A.
Posteriormente, dirigió también al Extremadura y al Écija, en segunda A, y, ya en segunda B, de nuevo al Real Murcia, Xerez, Cacereño, CD Linares, FC Cartagena, Algeciras y Orihuela CF, su último destino hasta que en 2007 abandonó la carrera de entrenador. En total, estuvo al frente de veinte equipos de fútbol, desde la regional preferente hasta la categoría más alta, la primera división.
Aún en la actualidad, Vicente Carlos Campillo es el único entrenador vivo que ha logrado dos ascensos con el Real Murcia. Como él mismo ha reconocido en más de una ocasión, «esa es una de las mayores satisfacciones que tengo». Con este motivo, el 3 de febrero de 2024, el club grana le impuso la insignia de oro, considerándole una de las figuras más determinantes en sus más cien años de historia. El Ayuntamiento de Santomera se sumó a este reconocimiento concediéndole la Medalla de Oro de la Ciudad el 29 de septiembre del mismo año.
(Entrada actualizada con fecha 22/10/2024)
LOS DATOS CLAVE
► Nació en Santomera el 4 de abril de 1951. Está casado con María Ángeles Sánchez Villaescusa, es padre de una y un hijo, de igual nombre que sus progenitores, y tienes dos nietas, Paula y Elena.
► Una grave lesión truncó su carrera como futbolista y precipitó su salto a los banquillos cuando solo tenía 25 años. Tras pasar por el CF Santomera y granjearse un nombre en tercera división, se hizo cargo del Imperial, filial del Real Murcia CF, en 1984.
► Esa misma temporada, dirigió al equipo de primera división durante la últimas siente jornadas de liga y, aunque no pudo salvar la categoría, se ganó el derecho a seguir en el cargo el siguiente año.
► Aquella campaña 1985/86 fue histórica: bajo las órdenes de Campillo, el Real Murcia se proclamó campeón de segunda división con una superioridad notable. Al año siguiente, de regreso a primera, las cosas no fueron tan bien y fue sustituido por Kubala.
► Inició entonces un largo periplo por conjuntos en las categorías de plata y bronce (Córdoba, Hércules y Orihuela), antes de certificar un nuevo ascenso con el Real Murcia en la temporada 1992/93, en esta ocasión a segunda A.
► En su carrera profesional, que prolongó hasta 2007, comandó a veinte equipos de fútbol desde la regional preferente hasta la primera división. Aún hoy, es el único entrenador vivo que ha logrado dos ascensos con el Real Murcia.