Ayer entró en vigor la nueva estrategia de vigilancia y control frente a la COVID-19, por la que se dejan de contabilizar todos los positivos por coronavirus. A partir de ahora, únicamente se registrarán los casos graves o que afecten a colectivos vulnerables: mayores de 60 años, personas inmunodeprimidas, embarazadas y personal sanitario y sociosanitario. También acaban las cuarentenas para contactos estrechos o no vacunados, el aislamiento para quien presente síntomas leves o no los tenga, las pruebas generalizadas y los rastreos.
La medida, aprobada el pasado martes por la Comisión de Salud Pública, supone un paso importante hacia la normalización de la COVID-19; en buena parte, se actuará frente a ella como ante la gripe.
Con síntomas leves, generalmente no será necesario acudir al médico y se podrá hacer vida normal, aunque extremando las precauciones y reduciendo los contactos.
Un contagio pasará a considerarse grave si implica más de tres días con fiebre y las bajas se concederán bajo criterio clínico, no epidemiológico.
Sí deberán hacer cinco días de cuarentena quienes trabajen en entornos vulnerables; después, si los síntomas han desaparecido, se harán pruebas de antígenos cada 24 horas, hasta dar negativo.
El uso de mascarilla continúa siendo obligatorio en espacios interiores; la vigencia de esta medida se abordará en el Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud del próximo 6 de abril.
Si quieres mantenerte al día del número de contagios registrados en Santomera y la Región, puedes consultar www.murciasalud.es.