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Octavio Carpena Artés

Octavio Carpena Artés es, sin duda, uno de los santomeranos más ilustres de la historia; para muchos, incluso, el murciano más importante del siglo XX. Doctor en Ciencias Químicas y Farmacia, destacan en su currículo el hecho de haber sido el primer catedrático de Química Agrícola de la universidad española, director y fundador del Cebas-CSIC y del Instituto de Orientación y Asistencia Técnica del Sureste, donde desarrolló su amplia actividad investigadora –publicó casi doscientos artículos en revistas especializadas y dirigió más de setenta tesis–. Fue, además, pieza clave en la consecución del primer instituto, de la independencia municipal y de la realización del trasvase Tajo- Segura.

BIOGRAFÍA

Octavio Carpena Artés, nació en Santomera el 21 de julio de 1920, hijo de Octavio Carpena Pellicer, farmacéutico, y de Carmen Artés Olmos. Su primera etapa transcurrió en nuestro pueblo, donde pronto destacó en los juegos infantiles y en la escuela, donde fue alumno de don Clemente [García Hermosilla], un excelente maestro que dejó una huella imborrable. Aquellos primeros años estuvieron marcados especialmente por la prematura muerte de su madre, cuando él tenía solo trece, algo que, sin duda, influiría en su inmediata juventud.

La Guerra Civil le sorprendió con 16 años y el bachiller recién acabado, impidiéndole continuar los estudios. Fue movilizado en 1938, incorporándose al ejército del bando republicano, con destino a Fortificaciones, en el frente de Extremadura, donde permaneció con otros jóvenes de Santomera hasta el final de la contienda. Como todos los que habían estado en zona republicana, para poder regresar a casa necesitaba avales firmados por las nuevas autoridades falangistas y el cura. A Octavio se los facilitaron pronto gracias a las gestiones de la familia Artés, respetada y querida; sin embargo, Carpena se negó a volver hasta que no enviaran también los avales para el resto de jóvenes santomeranos que le acompañaban –y, así, regresaron juntos, una vez recibidos los preceptivos certificados–.

Recién acabada la Guerra Civil, Octavio inició los estudios de Ciencias Químicas en la Universidad de Murcia, que terminó en el año 1943, con Premio Extraordinario. Ese mismo año, se incorporó como profesor ayu­dante a la cátedra de Química Analítica e inició su tesis doctoral sobre ‘Volumetrías y potenciometrías de sulfatos por absorción hidrolítica’. Junto a su director de tesis, Francisco Sierra, comenzó a desarrollar la ca­pacidad investigadora y docente que le acompañaron durante toda su vida. En aquellos años (1943-1946), compaginó su trabajo docente e investigador en Murcia con los estudios de Farmacia, carrera que inició en Granada y finalizó en Santiago de Compostela.

El año 1947 fue particularmente importante en la vida de Octavio Carpena. Obtuvo el grado de doctor en Ciencias Químicas, por la Universidad de Madrid, con la calificación de sobresaliente cum laude, y abrió la farmacia en Santomera, desagraviando así a su padre, que vivió gozoso la reapertura de la botica que antes había regentado él mismo aquella alegría duró poco tiempo, ya que falleció en noviembre de ese mismo año–. Asimismo, consiguió la plaza de profesor adjunto de Química Experimental en la Facultad de Ciencias Químicas de la Universidad de Murcia y contrajo matrimonio con Marina Ruiz Seseña, hija de Ramón Ruiz, catedrático de Ciencias del Instituto de Enseñanza Media de Alicante, ciudad en la que gozaba de prestigio y reconocimiento, no solo por ser un excelente profesor, sino por su fidelidad a sus ideas republicanas y por la dignidad con la que sufrió el castigo del régimen franquista, que lo expulsó del cuerpo de profesores. Con Marina, tuvo tres hijos: Ramón Octavio, profesor titular de Química Agrícola de la Universidad Autónoma de Madrid; Marina, licenciada en Medicina; y Octavio, biólogo y sacerdote.

Octavio inició su carrera como investigador científico en 1951, cuando, por oposición, obtuvo la plaza de colaborador del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC). A partir de esta fecha, toda su actividad investigadora se desarrollará en Murcia, de forma progresiva y creciente. En 1953 sentó las bases para la creación del Centro de Edafología y Biología del Segura (CEBAS) y, en 1959, fundó el Instituto de Orientación y Asistencia Técnica del Sureste (IOATS), donde Octavio Carpena dirigió a cerca de un centenar de investigadores y técnicos que, en distintas secciones, trabajaron por el desarrollo de la agricultura murciana –hasta su desaparición en 1973, esta fue, sin duda, una verdadera escuela de investigación agroquímica. En 1965 se creó la primera Cátedra de Química Agrícola del país, en la Universidad de Murcia, a la que Carpena accedió por oposición, convirtiéndose, así, en el primer catedrático de esta especialidad en España años más tarde, lo sería también de la Universidad Autónoma de Madrid. También ese año alcanzó el grado de doctor en Farmacia por la Universidad de Granada.

El año 1970, bajo la presidencia de Octavio Carpena Artés, Murcia acogió el Congreso Internacional de Citricultura, que reunió a numerosos científicos dedicados a la investigación de los cítricos, en países tan lejanos y distintos como Italia, Israel o Argentina; el congreso fue un éxito y marco las directrices de los siguientes, que se celebraron en otros países.

La faceta de académico es otro capitulo importante en la vida investigadora de Carpena. Ingresó como miembro de la Real Academia de Medicina de Murcia en 1971, con el discurso ‘Agroquímica y salud’, en el que abordó el problema del hambre en el mundo, agravado por el crecimiento demográfico, y las posibilidades que ya entonces ofrecía la química agrícola para resolverlo. Años después se convirtió también en miembro de la Real Academia de Farmacia de Madrid.

Fue, en suma, Octavio Carpena, un brillante y reconocido profesor e investigador científico que desarrolló su trabajo, fundamentalmente, en los campos de la edafología (el estudio y análisis de suelos) y la citricultura. Fruto de su magisterio, cabe citar siete catedráticos de universidad, veintiún pro­fesores titulares y cuatro profesores de investigación, doce investigadores y diecisiete colaboradores científicos del CSIC. A lo largo de su carrera, dirigió sesenta y ocho tesis docto­rales, veintisiete tesinas, aparte de ciento sesenta co­municaciones a congresos y más de un centenar de conferencias en múltiples países. Además, sumó 166 trabajos de investigación publicados en revistas de prestigio y contribuyó a la creación de la Interna­tional Citrus Society, de la que fue nombrado primer presidente. La culminación a su carrera científica llegó en 1973, cuando fue nombrado por el Consejo de Ministros secretario general del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC).

En nuestro pueblo, Octavio fue muy querido y siempre recordado con cariño. Siempre que venía, acudían a verlo muchos vecinos; unos, para saludarlo; otros, para pedirle algún favor, ya que, siempre que podía, ayudaba a la gente de Santomera, utilizando su inteligencia y, si así lo requería la situación, también su influencia. Por otra parte, contribuyó de forma decisiva al desarrollo de nuestro pueblo, pues su colaboración fue también decisiva para conseguir las dos instituciones más importantes de Santomera: el Ayuntamiento y el primer instituto de enseñanza media. Además, por ser albacea de Antonio Borreguero Asensio, hizo posible, canalizando la generosidad de toda la familia, que el hermoso palacete de Villa Carmencita pasara a formar parte del patrimonio municipal y se convirtiera en Casa Consistorial.

Santomera siempre correspondió a las ayudas de Octavio Carpena Artés y ha sabido reconocer y divulgar sus méritos mediante numerosos honores: en 1998, un año después de su muerte, le fue concedida la Medalla de Oro de la Villa, por unanimidad del Pleno, y su nombre designa tanto una calle como el segundo instituto de la localidad.

LOS DATOS CLAVE

► Nació en Santomera el 21 de julio de 1920 años y falleció en Madrid el 6 de febrero de 1997, a los 76 años de edad.

Tras combatir en la Guerra Civil, se graduó en Ciencias Químicas, en 1943, con Premio Extraordinario, y en Farmacia, en 1946. Un año después, obtuvo el título de doctor en Químicas y el de profesor adjunto de la Universidad de Murcia. En 1965 se doctoró también en Farmacia y se convirtió en el primer catedrático de Química Agrícola del país.

En 1951 obtuvo la plaza de colaborador del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) y esa misma década fundó el CEBAS (Centro de Edafología Aplicada del Sureste) y el Instituto de Orientación y Asistencia Técnica del Sureste (IOATS), organismos que también dirigió y que supusieron un impulso decisivo para la modernización de la agricultura murciana.

Su fecunda carrera científica se resume en la dirección de 78 tesis doctorales, 27 tesinas, 160 comunicaciones a congresos y 166 publicaciones en revistas de prestigio.

En Santomera, jugó un papel crucial para la consecución de la segregación municipal, del primer instituto y la incorporación de la Casa Consistorial al patrimonio municipal.

► Entre los múltiples reconocimientos que ha recibido por su trayectoria, su pueblo le concedió la Medalla de Oro de la Villa en 1998 (un año después de su muerte) y da nombre a una calle y al segundo instituto.

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