Iglesia de Nuestra Señora del Rosario
El pueblo de Santomera cuenta en su patrimonio arquitectónico con una serie de edificios singulares, entre los que destaca su iglesia parroquial, un edificio de estilo neorrenacentista dedicado a Nuestra Señora del Rosario. La iglesia, de estilo ecléctico (predominan los elementos neorrenacentistas, pero también se encuentran detalles del barroco murciano), fue abierta al culto el 18 de noviembre de 1870, ocupando el fondo de su plaza, junto a la principal vía de comunicación del municipio.
Se trata de uno de los templos más grandes y altos de toda la huerta murciana. Entre otros muchos elementos de gran valor, en su interior alberga la talla de la Virgen del Rosario, a cuyo patronazgo está dedicado, una rica colección de imaginería religiosa de importantes escultores murcianos y un órgano centenario, recientemente restaurado.
Casa del Huerto
Hasta el momento, no ha sido posible demostrar con certeza cuándo fue construida la Casa del Huerto. Se sabe, eso sí, que su antigüedad se remonta, al menos, al siglo XVII, pues una escritura notarial de 2 de octubre de 1756 refleja el momento en que José Escrich adquirió los terrenos sobre los que se levanta, que ya por entonces contaban con la vivienda principal que conocemos hoy día. Con posterioridad y durante seis generaciones, la propiedad estuvo en manos de la potentada familia Murcia, hasta que en el año 2005 fue adquirida por el Ayuntamiento de Santomera, en el marco de un convenio urbanístico.
Desde 2007, el edificio ha albergado distintas dependencias municipales. Fue finalmente restaurado entre los años 2017 y 2018 y reinaugurado el 29 de septiembre de este último año, coincidiendo con el 40º aniversario de la segregación municipal. Desde febrero de 2021, ante las obras de rehabilitación de la Casa Consistorial, sirve como sede principal del Ayuntamiento de Santomera.
Casa Grande
El edificio de Casa Grande es un conjunto de alto valor arquitectónico que posee influencias del renacimiento italiano, detalles de arte modernista y algunos rasgos de carácter local. Destaca por su bella construcción, sus armónicas líneas, sus imponentes fachadas decoradas con piedra artificial y escayola, su amplio y luminoso claustro, una preciosa escalera imperial y, de manera especial, por su primorosa rejería de hierro forjado. Su construcción finalizó en su primera fase en el año 1903, aunque no adquirió todo su esplendor hasta la remodelación realizada dos décadas después.
Este palacete forma parte del patrimonio municipal desde 1997 y fue restaurado entre los años 2001 y 2003. Desde entonces, aloja distintas dependencias administrativas y viene siendo el epicentro cultural del municipio, concentrando bajo el mismo techo la Biblioteca Municipal, una sala de exposiciones, espacios polivalentes y las dependencias de Euterpe, además de oficinas de uso administrativo.
Casa Ayuntamiento
La Casa Ayuntamiento es posiblemente, por su propio destino, el edificio más emblemático y de mayor valor sentimental del municipio. Se construyó durante la segunda década del siglo XX, siguiendo la tipología arquitectónica de la época. El chalet señorial, con 317 m² repartidos en dos plantas y torreón, bautizado originalmente con el nombre de Villa Carmencita, sirvió durante más de medio siglo como residencia familiar de Antonio Borreguero Asensio, Mercedes Artés Olmos y los dos hijos de ambos. Al no tener ninguno de estos últimos descendencia, tanto la vivienda como sus jardines (donde ahora se ubican la plaza Borreguero-Artés, los jardines posteriores, la Sala de Estudio y el Auditorio Ginés Abellán) pudieron incorporarse al patrimonio municipal de manera privilegiada.
El centenario edificio ha servido como sede principal del Ayuntamiento desde 1981 hasta 2021, cuando se emprendió un proyecto de rehabilitación que todavía sigue en marcha.
Ermita del Calvario
La actual ermita del Calvario fue construida en la década de 1940 sobre el espacio que antes ocupó la primigenia, seguramente, el primer lugar sagrado que tuvieron los cristianos santomeranos (sus orígenes podrían remontarse a los siglos XIII o XIV). Aunque se trata de un edificio sencillo, conocer su historia resulta revelador para conocer la evolución de Santomera y sus gentes.