Antonio Ginés Abellán Alcaraz nació en Santomera el 25 de agosto de 1942. Auspiciada por la afición de su padre y su hermano mayor, sus primeros maestros, la relación de Ginés Abellán con la música comenzó a una temprana edad. Y enseguida quedaron patentes sus extraordinarias dotes para este arte: se incorporó a la Banda de Santomera como clarinete tercero con solo nueve años y a los catorce ya ayudaba en las clases de solfeo e instrumentos de viento/madera.

Agotadas las oportunidades formativas que entonces ofrecía este pueblo, en 1957 se matriculó para recibir por primera vez estudios musicales reglados. En solo un año, y a pesar de ser alumno libre, aprobó de una tacada los cuatro cursos de Solfeo,
cuatro de Piano, dos de Clarinete y uno de Armonía. Con Manuel Massotti Littel aprendió Armonía, Contrapunto y Fuga y Composición, estudios que terminó en 1963 con nota media de sobresaliente, y también Piano, disciplina en la que obtuvo el
Premio Extraordinario Fin de Carrera en 1964. Además, realizó los estudios de Clarinete, con Ricardo Escribano Galán, y de Perfeccionamiento de Piano, con Daniel José Salas Alcaraz, los cuales concluyó meritoriamente en 1963 y 1966, respectivamente.

Ginés Abellán tuvo una intensa carrera como instrumentista. Fue pianista, clarinetista y saxofonista de la orquesta del Teatro Romea durante más de una década y, junto a su hermano, fundó la Orquesta Abellán. Contribuyó a la expansión de la música de cámara para viento y madera con la creación también del cuarteto de clarinetes y la banda de alumnos del Conservatorio, así como del primer cuarteto de saxofones de España, que fundó  en compañía del asimismo santomerano Manolo Montesinos. Igualmente, desde muy joven se situó al frente de distintas formaciones: con solo dieciséis años asumió la dirección de la banda de Abanilla, a la que fue capaz de dar un fenomenal impulso, y posteriormente hizo lo propio en Pliego y Alcantarilla. A pesar de estos sobresalientes logros, es en los campos de la docencia y la composición musical donde más ha destacado Ginés Abellán.

Su labor docente comenzó en 1966, cuando se hizo cargo de las clases de su profesor Ricardo Escribano, encargado en el Conservatorio de Murcia del área de instrumentos de viento/madera y metal. Desde 1967 hasta 1969 ejerció como profesor interino del mismo centro, hasta que, por concurso oposición, obtuvo la plaza de profesor especial de Solfeo y Teoría de la  Música del Conservatorio Superior de Murcia, reconvertida posteriormente en cátedra. A partir de 1976 dio clases exclusivamente de Solfeo y Teoría de la Música, en 1996 comenzó a impartir la asignatura de Pedagogía Aplicada y desde 2001 y hasta su jubilación, en 2007, la de Educación Auditiva. Todo ello lo compaginó con la Jefatura de Estudios del Conservatorio, primero, desde 1972 hasta su dimisión, en 1983, y posteriormente, su Dirección, desde 1987 hasta 1989, cuando también  dimitió. Fue el primer director del Conservatorio de Murcia elegido en Consejo Escolar y, a pesar de la brevedad de su mandato, en solo dos años consiguió ampliar tanto el aulario como el alumnado del centro, extender las clases hasta colegios  públicos de Murcia y sus pedanías e informatizar la administración del centro. En el marco de su vocación pedagógica cabe también señalar que ha escrito una veintena de libros de todos los niveles de la especialidad de Solfeo, denominada posteriormente Lenguaje Musical, y que ha impartido, entre otros, cursos para profesorado de Didáctica y Formación Musical, Pedagogía Musical y Práctica y Desarrollo del Solfeo y Teoría de la Música. Como último destacado de la trascendencia profesional de Ginés Abellán, su participación en la puesta en macha de los conservatorios de Almería, Caravaca, Lorca y Cehegín. Hechos como estos sitúan a Ginés Abellán como un influyente pedagogo musical.

Y no menos prolífica resultó su faceta de compositor, jalonada –arreglos, transcripciones e instrumentaciones al margen– por más de doscientas obras para instrumentos solistas, especialmente piano, banda, orquesta y otras formaciones musicales. En su magnífico legado musical, que perdurará en el tiempo, mantuvo siempre vivo su amor por nuestro municipio. Prueba de ello es el título de su primera pieza, el pasodoble ‘A Santomera’, o la composición de ‘Obertura Auditorio’, estrenada el 14 de septiembre de 2001, con motivo de la inauguración del edificio. Es igualmente autor de los himnos de la victoria de los bandos moro y cristiano de Santomera. Pero, llegados a este punto, se deben destacar sobre los restantes méritos dos muy especiales.

Por un lado, su relevante papel en la fundación de la hoy imprescindible Asociación Músico-Cultural Euterpe, que impulsó en compañía de otros santomeranos y santomeranas, y cuyo coro codirigió junto a su primera esposa, María Isabel Torregrosa, desde su creación, en 1985, hasta su desaparición, en 1988. Por el otro, la autoría de la música de ‘Himno de Santomera’ –estrenada el 7 de octubre de 1965–, emocionante acompañamiento para la letra que había escrito Antonio Prior, su antiguo maestro. Este último hecho le valió el Limón de Oro de la Villa, agradecimiento popular otorgado por el Ayuntamiento de Santomera el 14 de septiembre de 1987.

No obstante, en reconocimiento a tan exitosa trayectoria musical y a tan notable implicación en las iniciativas culturales de nuestro municipio, el Pleno de la Corporación tuvo a bien bautizar el auditorio de Santomera con el nombre de Auditorio Municipal Ginés Abellán. El acuerdo se formalizó de manera provisional el 18 de enero de 2019 y se tornó oficial y definitivo el 25 de julio del mismo año, en ambos casos por unanimidad.

Ginés Alcaraz falleció el 8 de septiembre de 2024. Mientras su salud se lo permitió, y siempre acompañado de su segunda esposa, Marina Payans, apoyó y colaboró con distintos movimientos culturales de nuestro municipio, como la propia Asociación Músico-Cultural Euterpe, la restauración y puesta en valor del órgano parroquial o la organización de conciertos y ciclos musicales.